No sé muy bien a qué viene todo esto.
Tampoco sé qué es lo que voy a escribir en la siguiente línea. O mañana.
Apenas sé.
Aunque siempre, siempre, hay algo que decir. Incluso si es un punto y aparte. Y cuando haya que callar, el silencio será lo único que sepa. Hasta el día en que se hielen las palabras...
Sencillo.
Ojalá pudiera convertirme hoy en una manzana azul cualquiera.