No hay octubre que no se inaugure sin escuchar esta canción. Y tampoco hay vez que no escuche esta canción y que no reproduzca en mí la sensación de una hoja oscura y arrugada desprendiéndose de un árbol. Es curioso comprobar cómo hacía años que no me pasaba otra cosa. Y, de repente, he descubierto que esta vez la misma canción me transmite justo lo contrario: cómo nace una bonita y verde hoja de una rama de un árbol de un bosque. Y cómo todo se llena de hojas verdes, de color verde, de frescor y vida. No lo entiendo. O bueno, sí lo entiendo.
A lo mejor es que la música no transmite, sólo consigue sacar de nuestro interior lo que nosotros transmitimos...
1 comentario:
Un amigo mio la ha puesto en su twitter hoy y me imaginaba que tú harías lo mismo en tu blog ;)
Yo creo que, como tú muy bien dices, la música consigue sacar de nuestro interior lo que nosotros transmitimos. Lo mismo que te pasa con October, me ha pasado a mí con muchas más canciones.
Publicar un comentario