13 jun 2011

¿Se puede realmente estar enamorada de todo?


Me siento extraña escribiendo esto. Si me hubieran preguntado hace años, habría soltado una carcajada. Lo habría negado una y otra vez. Y ahora, compruebo que hay algo especial que hace que sea cierto.

Esperaba encontrarme cualquier día con que, al despertar, el precioso universo en el que estaba sumergida mi vida desde hacía unos meses, sucumbiese y se desintegrase en mil pedazos. Como una pequeña chispa, que acaba prendiendo todo el cordón y hace que finalmente la dinamita explote. Pero no. Los días se suceden, las noches vuelan, y el baúl que hasta hacía un tiempo estaba lleno de andrajos y telarañas, se va perfumando con los olores de las historias, las personas, las luces, los sabores, las fotografías, las letras, las sonrisas, los recuerdos, las experiencias, la música...

Todo desde hace casi nada es único y maravilloso. Todo. No hay una sola baldosa que cruja bajo mis pies. Ni una sola hoguera que no crepite, apagada... No puedo creerlo, me lo repito todas las mañanas. Sin embargo, al final siempre concluyo que por primera vez desde que era niña siento la vida como preciosa, un regalo inagotable donde lo único que la hace imperfecta es el tiempo, que se agota. Me siento viva, me alcanza la intensidad en cualquier circunstancia: las cosquillas que no se detienen nunca.

Y hasta esta mañana, cuando venía probando la nueva radio del coche con aquel cd que hizo de banda sonora de mis exámenes de selectividad, he sentido que sólo por un día como los que estoy viviendo ya merece la pena haber vivido. Sí. La vida ya me ha dado una hermosa recompensa.





3 comentarios:

Clementine dijo...

Esa sensación es maravillosa. Disfrútala! ;)

Nana dijo...

Que curioso que hables de selectividad cuando justo hoy he empezado la mia ^^
Te aseguro que comparto esa visión y sensación, y que doy gracias cada día por ella!

Punto dijo...

Vaya, qué casualidad, pues mucha suerte entonces y a por todas!!