"La libertad de perderse en una experiencia musical se basa en que la música es capaz de ocupar la atención del oyente impidiendo el acceso de distracciones acústicas rivales. Tanto el esquema sonoro de una ejecución musical como el relativo aislamiento del entorno interpretativo cooperan para permitir al oyente aislarse, al menos durante un tiempo, de las intensidades acústicas y las realidades impredecibles de la existencia diaria. Por tanto, la función de la música es, en parte, anestésica: una acupuntura auditiva, por decirlo de algún modo, que crea una perturbación local tolerable como medio de protección contra un trastorno todavía mayor. La liberación de ese trastorno adverso aparece reconocida en los protocolos de la asistencia a los conciertos. Se juzga una falta de consideración que los oyentes tosan o permitan que suenen sus móviles. El aplayso, sin embargo, es totalmente distinto, tanto para la acústica como para la percepción."
La música como concepto, Robin Maconie
1 comentario:
hola, por aquí visitándote, para demostrarte que capte perfectamente lo que dices te invito a visitar el siguiente enlace...
Mónica Naranjo
"Que imposible"
http://celestinademissuenos.blogspot.com/p/musica-y-videos.html
Publicar un comentario